La nariz es el órgano por el cual el aire (la vida) pasa para alcanzar mis pulmones. El aire es muy importante. Además de recorrer a nuestras dos ventanas de la nariz para respirar, se puede hacer por la boca.

Una dificultad de respiración puede informarme sobre las dificultades que tengo en mi vida. Si rechazo vivir o si tengo dificultad en transigir con mi entorno porque lo que siento o experimento no me conviene, mi capacidad de respirar por la nariz estará disminuida.

Es como si quisiera expulsar una situación conflictual por mi nariz. Si la ventana izquierda me causa un problema, debo buscar el mensaje del lado emocional y afectivo; y si la ventana derecha está afectada, ésta me informa de una dificultad a nivel racional.

En cualquier caso, puedo incluso deber remontar al momento de mi nacimiento para descubrir la fuente de mi malestar en la nariz. Si tuve que estar operado para permitirme respirar mejor, es como si dijese sí a mi intuición, a mi experimentado, a la vida.

Si adopto esta actitud de apertura y confianza en mí, podré curar cualquier malestar relacionado con la nariz.

nariz


La nariz tiene tres funciones principales:
1) La mucosa nasal asegura la humectación y el calentamiento del aire, lo cual es indispensable para que el intercambio gaseoso se efectúe normalmente.

2) También se encarga de la defensa de las vías respiratorias al filtrar las partículas extrañas.

3) Por último, la nariz es el órgano del olfato. Los problemas más comunes son aquéllos que impiden respirar con facilidad (lo que se conoce como tener la NARIZ TAPADA).

No me referiré a los problemas ocasionados por el tamaño de la nariz porque ésta, que contribuye enormemente a la armonía del rostro, con frecuencia ocasiona problemas de orden estético. Las personas que más sufren este tipo de problema son aquéllas a las que les preocupa más la apariencia que el ser.

Como la nariz es el primer órgano utilizado para inhalar el aire, y por lo tanto, la vida, todo problema de nariz tapada o cualquier otra dificultad para respirar tiene relación directa con la dificultad para sentir verdaderamente la vida. Este problema se manifiesta en la persona que bloquea sus sentimientos por miedo a sufrir o a sentir el sufrimiento de un ser querido, o también cuando no puede soportar a alguien, a algo o a una situación que se da en su vida.

También es posible que a la persona afectada le parezca que alguien o una situación «no huele bien». Es desconfiada y siente temores. Del mismo modo, es interesante señalar que los problemas en la nariz (como el catarro, por ejemplo) se manifiestan mucho más durante las temporadas en las que debemos convivir con la gente más de cerca, es decir, las temporadas en las que las personas están más en casa. Esto indica una dificultad de adaptación social.

Cuando te afecta este problema, hazte la siguiente pregunta: «¿A quién o a qué no soporto en este momento?». El hecho de creer que si no hueles evitarás tener que enfrentar lo que sucede no remedia nada. Averigua qué es lo que más te asusta de esta situación. Según mis observaciones, las personas que más se impiden oler son aquellas que temen la injusticia.

Observa la situación presente con más amor, es decir, con más aceptación y compasión en lugar de hacerlo por medio de tu ego que critica y quisiera cambiar a los demás para tener la razón. Si padeces a menudo este problema, seguramente eres una persona muy sensible que quiere bloquear esta sensibilidad por temor a experimentar demasiadas emociones. Te ayudaría utilizar bien tu capacidad de sentir y aceptar esta sensibilidad, lo que contribuirá a que desarrolles más tu capacidad de amar.

También puede permitirte ayudar mejor a los que te rodean. Por otro lado, es importante que aprendas a no sentirte responsable de la felicidad de los demás y de los resultados de sus experiencias. Si comprendes la diferencia que existe entre sensibilidad y emociones, utilizarás mejor todo tu potencial y aspirarás la vida en su totalidad. La nariz es el órgano del olfato. Es el sentido que me permite vivir, estar en contacto con la atmósfera, con el exterior.

El olfato es uno de los sentidos más poderosos que tengo y está vinculado a mi primer centro de energía (chakra) situado en el nivel del coxis. ¡La nariz es la doble apertura sobre la vida! La ventana derecha e izquierda son los canales del interior y del exterior.

Si mi cuerpo pone una barrera en el canal de la respiración, es para indicarme que me aíslo de alguien de mi entorno o de alguna situación que me afecta, que me molesta o que no acepto, de aquí la expresión popular: “¡a ésta, ya no la puedo oler!” Deseo cortarme de algo pudiendo tocar mi lado secreto e íntimo, tanto de cara a mis pensamientos como en el plano físico o emocional.

Es una persona o situación que crítico, que juzgo como “oliendo mal” y frente a la cual puedo tener rencor e incluso disgusto. Incluso puede ser un olor que no me gusta, quizás porque me recuerda un suceso que quisiera olvidar y que cualifico de maloliente.

Mi olfato está estrechamente vinculado a mi memoria holográfica (en tres dimensiones) de los sucesos. Mediante mi olfato, puede ser muy fácil recordarme acontecimientos agradables como sucesos desagradables. Es importante que tome consciencia de este estado de restricción en mi respiración para liberar a los demás de sus decisiones que no he de juzgar, ni criticar. Ceso pues de juzgar a la gente, las situaciones, sus decisiones y elecciones como me libero yo – mismo de mis elecciones y de mis decisiones. Esto permite que la vida fluya libremente en mí y que crezca el amor.

Cualquier líquido en mi cuerpo representa un aspecto de mis emociones. Si mi nariz corre en mi garganta en vez de que el líquido salga por el exterior de mi cuerpo, esto indica que “reprimo” mis emociones o mis lágrimas. Tengo tendencia a replegarme sobre mí – mismo y a “llorar sobre mi suerte”. Es importante que me asuma, que haga cosas para mí, para volver a saborear la vida y cumplir mi misión.